domingo, 16 de septiembre de 2012

SEMBRAR VIDA EN MARTE©




   El asunto es simple y no merece grandes explicaciones. Sobre Marte se ha especulado y dicho mucho. Eso no importa. Lo importante ahora es poner manos a la obra y comenzar a actuar. Si hubo vida o no, eso, por ahora, no es trascendente. Si se encontraron o en el futuro se encontrarán vestigios que podrían hacernos suponer que todavía existe la posibilidad de vida microbiana en su superficie es de importancia “histórica sideral”, pero no relevante en estos momentos. Lo fundamental ahora es que al próximo Explorador que se envíe a Marte para analizar su “terreno”, además de cumplir con esa misión, también se le asigne la tarea de sembrar vida cerca de sus polos.


   Sí, de sembrar vida, leyeron bien. Eso se puede hacer de varias maneras. Primero, llevando en recipientes herméticamente sellados ciertos tipos de bacterias y microbios terrestres que se puedan adaptar y sobrevivir a las bajas temperaturas de sus polos, y, virtualmente, sembrarlas a diferentes profundidades de su superficie. Habría que envasar al vacío y proteger a algunas de esas bacterias recubiertas en diferentes tipos de lodo terrestre a fin de que su hábitat inicial, de adaptación, sea idéntico o muy parecido al de la Tierra y luego, una vez escogido el sitio, preferiblemente cerca de los casquetes polares ya que allí se presume la existencia de agua congelada a ciertas profundidades, simplemente sembrarlas. Por supuesto habría que acondicionar al Explorador Vida, se me antojaría llamarlo en caso de que se fabrique el aparato espacial, para que realice esa delicada misión.
   Una segunda misión del Explorador, el Vida II, debería desplazarse hacia los cráteres de impacto del hemisferio sur de Marte, hacia la llamada cuenca de impacto Hellas Planitia, la cual tiene más seis kilómetros de dos mil de diámetro, ya que, al igual que otros cráteres, su morfología indica que la superficie está húmeda y llena de barro.
   El siguiente paso, siempre dentro del mismo experimento Vida, sería tomar otro grupo de cápsulas llenas bacterias, abrirlas y simplemente dejarlas rodar hasta los profundo de algunas grietas de la superficie marcianas previamente escogidas. Preferentemente cerca de donde se supone y especula que agua congelada emana del subsuelo gracias al descongelamiento y liquefacción de las grandes capas de hielo debido al calor de su núcleo, el cual sigue parcialmente “vivo” y podría revivir completamente con la “Operación Bacteria” impulsada desde la Tierra y llevada a cabo por el Explorador Vida.
   La misma operación podría repetirse con ciertas semillas de plantas resistentes al frío gélido, tales como las que hay en los Himalayas y el frailejón y otras especies de la Cordillera los Andes, los cuales son resistentes tanto al calor intenso como al frío glacial.
   Concluido este primer paso, solo restaría esperar y observar atentamente. Si le logra una “buena cosecha”, “pronto” los seres unicelulares se convertirían en seres pluricelulares y de allí en adelante seguiría el génesis, la verdadera creación de la vida, de la cual todos suponemos y “creemos” conocer.


  Sería un primer paso. Un paso muy importante y un buen ensayo. Es posible que el desarrollo de esa vida sembrada en Marte lleve millones de años en evolucionar, tal vez no tantos, si tomamos en cuenta que el año marciano es casi el doble del de la Tierra. Además, existen otros procesos de aceleración de la vida. Nadie sabe cuánto tiempo se tomaría, pero por mí revelación presumo que mucho, pero mucho menos de los que podríamos imaginar.
   Lo primordial es que se irían creando en Marte condiciones para que las generaciones futuras tengan la oportunidad de planificar y hacer con suficiente tiempo de antelación la “mudanza” extra planetaria, el Gran Éxodo Terrestre, cuando nuestro querido y amado Sol cese su vida y se apague.
   Si el experimento marciano tiene éxito, enseguida hay que comenzar a llevar, además de microbios, bacterias y semillas, plantas de todo tipo y hacer un Invernadero Marciano. Sería posible ir creando “artificialmente” oxígeno en esos invernaderos hasta llegar al 21% sin importar sus condiciones actuales. Al aumentar el nivel de oxígeno dentro de los Invernaderos de Marte también podríamos elevar el de nitrógeno, el cual es muy bajo (2,7%) y, poco a pocos, ir creando una atmósfera muy parecida a la terrestre. ¡Imposible!... En eso estriba el reto del experimento. Podría comenzarse por recrear en la Tierra las condiciones atmosféricas y de terreno de Marte y ensayar. Ensayo y error. Ensayar y errar, hasta que se logré.


   Un punto a favor es que (de acuerdo a mí revelación no cabe la menor duda de que así sea) el metano hallado en la superficie de Marte proviene de su núcleo, el cual aún sigue “vivo” y que su campo magnético se está regenerando en el espacio vacío que dejó desde el mismo momento que aminoró sus giros. Recuerden que ‘los espacios vacíos’ se llenan al dejar de funcionar el eje central.
   No es ninguna incoherencia creer que en las profundidades del suelo marciano hay miles de billones bacterias subterráneas y que el metano que se escapa hacia la superficie del planeta proviene de la muerte de esas miles de millones de bacterias atrapadas en el interior de sus capas tectónicas durante miles de millones de años.
  Además, la evidencia de pequeñas corrientes de agua (cauces secos de ríos y arroyuelos) descubiertas en Marte son producto del recalentamiento de su núcleo, el cual derrite ciertas áreas de sus polos y capas débiles y con fisuras, que van liberando el agua congelada que comienza a fluir como pequeños manantiales a su superficie pero por la condiciones de resequedad y calor de su atmósfera y superficie, pronto se seca y desaparecen dejando tras de si sus huellas, evidencia de que el agua fluyó.

   Recuerden que el llamado Bombardeo Intenso Tardío al que fue sometido la Tierra por grandes y violentos asteroides hace aproximadamente 4.100 millones de años fueron semillas de vida (núcleos y bacterias venían adheridos dentro de la masa los asteroides) que luego se convirtieron en seres unicelulares (microbios o bacterias) que evolucionaron después de otros tantos millones de años a la vida multicelular y de allí, luego de múltiples y complejos procesos, hasta el hombre.
   ¿No fueron acaso las cianobacterias (algas verdeazuladas) la primera vida en la Tierra?… ¿No son ellas capaces de realizar fotosíntesis oxigénica de forma espontánea? En los inicios de la Tierra no había buenas condiciones oxigeno y ellas pudieron hacer la fotosíntesis.
   Si el experimento planteado se llevase a cabo, recuerden que la mutación produce muchos organismos unicelulares muy distintos unos de otros, pero a través de ellos se puede llegar hasta la amiba (seres pluricelulares). ¿No existe acaso una teoría que afirma que los aminoácidos, provenían del espacio (panspermia) y que muchos compuestos orgánicos cayeron del espacio a la Tierra a través de los meteoritos? ¿Qué las bacterias o esencia de la vida prevalecen diseminadas por todo el universo y que la vida comenzó en la Tierra gracias a la llegada de esas semillas siderales a nuestro planeta?
   ¿Será cierto que puede haber evolución sin atmósfera terrena?… ¿No hay piedras que se alimentan de piedras, o sea la energía de la tierra? Además, ¿qué les parece si aplicamos a nuestro experimento el ADN (evolución, reproducción y copia) de las especies. Replicarse (copiar). La vida de cualquier organismo y su ADN se divide y crea otro.
   Cultivar nueva vida en el espacio infinito es posible. Lo que no es posible es imaginar que no se puede. Hay que intentarlo… ¡Somos una réplica del todo y de la nada!
© Diego Fortunato



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No se lo pierda
el texto completo de la novela URL, EL SEÑOR DE LAS MONTAÑAS, epopeya fantástica tan premonitoria con las obras de Julio Verne, donde se dibuja el dramático destino que le tocará vivir a Venezuela. Como abreboca, abajo una pequeña sinopsis de la novela.
SINOPSIS
   En una de las más fascinantes epopeyas contemporáneas, Url, El Señor de las Montañas, un ser dotado con poderes divinos, libra feroces batallas al lado de sus guerreros para salvar a su nación de las garras de La Fuerza del Mal comandadas por el sanguinario dictador Adolfo Láchez, quien posee un entrenado y bien armado ejército de más de un millón de hombres. Para enfrentarlo, utiliza los poderes de El báculo de la Esperanza, un poderoso madero de gran fuerza destructiva que le fue legado por El Creador. Katria, una bella ex modelo, Longar, el soldado negro, Hatch, el guerrero petrolero y Kunato, el japonés estratega, son algunos de los héroes Libertarios que luchan a lado de Url en unas inhóspitas montañas enclavadas en La Cordillera de la Costa. El día de La Batalla Final, ocurrirá un acontecimiento que hará estremecer de miedo hasta a los más fieros guerreros.