En la Tierra todos tenemos, al menos, un doble. En el mundo animal y vegetal mucho más. La clonación natural es parte importante de nuestra Madre Naturaleza. En la naturaleza todo se repite como en una espiral de energía invisible. Nadie se percata de ello. O, mejor dicho, el ser humano obvia, subconscientemente, ver, advertir esa realidad. Pero no por ello deja de repetirse. Dos gotas de aguas son similares tanto en su composición como en su forma. Millones de ellas también. El oxígeno, el aire que respiramos, también es igual, tanto en su esencia particular como en su estructura química. Hojas, flores, briznas de polvo, granos de arena y un millón de etcéteras más se repiten en nuestro mundo y en todo el universo. Tienen sus gemelos. El cuerpo humano tiene muchos gemelos, partiendo de los ojos, cejas, orejas, manos, brazos, piernas, células y otro, también sin fin, de etcéteras de nuestro organismo. Hasta el universo tiene su gemelo (Ver Evangelios Sotroc ¿QUÉ HAY DETRÁS DEL UNIVERSO?).
Precisamente, nuestro gemelo, el gemelo del planeta Tierra, está ubicado detrás del universo. En nuestro gemelo Tierra también hay vida, aire, mares y océanos. Hay seres idénticos a nosotros. Hay hombres, mujeres y niños, tal como los hay entre nosotros. Hay casas, edificaciones y vías de comunicación cuya construcción se realizó con el mismo fin y motivo por lo que los humanos las construimos, pero son diferentes en su estructura, materiales, ingeniería y arquitectura. En el gemelo de la Tierra , lo único que no es igual a nosotros, a los humanos que moran en la Tierra , es su forma de pensar y actuar. En nuestro gemelo se vive una vida espiritual donde la palabra materialismo no existe siquiera en su código genético, mucho menos en sus diccionarios o libros. Ese mundo espiritual que los sustenta, en el que están inmersos desde su concepción, es su verdadero motivo de vida.
Tanto nuestro gemelo Tierra como los seres que lo habitan, forma parte de la evolución. Son seres puros, descendientes primarios de los Niños Luz (Ver Evangelios Sotroc LOS NIÑOS LUZ) que comenzaron a habitar nuestro descontrolado planeta. Allí no existe el pecado, tampoco contaminación de aire, ríos o mares. Allí todo es armonía y paz… Sé lo que están pensando. ¡Claro que si!… ¿Por qué no? Es lo más parecido a lo que uno se imagina que es o fue el Edén.
Nuestro gemelo se revelará al mundo. No será ahora. Falta mucho, pero no tanto como se pueda creer. Recordemos que el tiempo, la forma de medir el tiempo de los humanos, no tiene nada que ver con el verdadero tiempo. Lo que para nosotros pueden ser millones de años, en el tiempo cósmico podrían ser apenas días. Es la paradoja del tiempo… Dejemos al tiempo que decida cuándo será.
© Diego Fortunato
http://www.evangeliossotroc.blogspot.com/
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