domingo, 9 de diciembre de 2018

PROPULSIÓN POR OXÍGENO COMPRIMIDO©







 Está delante de las narices de todos, y en abundancia, sin embargo la humanidad inconscientemente no logra verlo pese a que lo utiliza diariamente y es de vital y necesaria importancia para su subsistencia. No lo ve, no porque sea invisible, que ciertamente lo es. Tampoco porque sea incoloro, inodoro e insípido, que también lo es. No lo ve por una sencilla razón de lógica elemental: para la humanidad es, inclusive, imposible imaginarlo. Su reticencia, aunque obvia e infantil, es más que válida.



  Me refiero, por supuesto al oxígeno, la nueva forma de propulsión que moverá al mundo y lo sacará de la inevitable crisis energética que en el próximo lustro podría causar millones de muertes innecesarias, guerras y desolación. La solución para poder evitarlo está a la vuelta de la esquina. No tan simple como parece, pero factible en un cien por ciento. El oxígeno será el combustible del futuro, pero si los científicos terrestres se apuran será el nuevo combustible del ahora. Del hoy. Si así de simple y relativamente fácil.
   Si, claro que me refiero al oxígeno que diariamente respiramos. A la fuente vital de nuestra existencia. No, no es ningún desatino. Ya nuestro propio cuerpo humano, la máquina perfecta dirigida por la más pequeña y al mismo tiempo más inteligente y poderosa de todas las computadoras existentes y por existir, descubrió esa fuente energética hace milenios. El cerebro sabe que sin la energía que le proporciona el oxígeno el cuerpo humano no podría vivir. Dejaría de existir, de moverse. Sería el fin, la muerte. Con poco siquiera podría moverse. Carecería de energía suficiente para hacerlo. Con mucho autoanularía muchas de sus funciones corporales y sería incapaz hasta de moverse. La hiperventilación es un ejemplo claro e indiscutible. Y cuando el cuerpo humano no tiene la capacidad de procesar el oxígeno, no importa por cuál o qué motivo, podría sobrevenir la muerte súbita, como en los casos de una crónica e irregular inconducción o falta del oxígeno. Un ejemplo común es el asma en todas sus múltiples fases y condiciones. En fin, ejemplos hay muchos. Cuando el cuerpo humano no tiene energía suficiente, y en este caso nos referimos al oxígeno, no funciona. El oxígeno es esencial para el metabolismo. Que quedé claro que no estamos hablando de otras fuentes energéticas, igualmente vitales para el ser humano, como el agua y los alimentos, en todas sus variantes, que necesitamos para mantener “vivas” lasconstantes biológicas del cuerpo.





 En espera de que la sucinta explicación haya aclarado dudas e interrogantes,
revelaré en forma de doméstica comprensión en qué consiste la propulsión por oxigeno comprimido. Cuando hablo de propulsión me refiero a tracción, arrastre, movimiento, navegación, lanzamiento y todos los derivados que de la palabra exista. Y para lograr propulsión, necesariamente se necesita energía, sea del tipo que sea. En este caso será el oxígeno, que es una forma de energía limpia. Pero antes se deberá comprimir en una medida de justa fisión (no fusión). Para convertir oxígeno comprimido en energía serán necesarias algunas fórmulas matemáticas y otras de física cuántica. Siendo el oxígeno electronegativo, hay que buscar una fisión múltiple y convexa de sus átomos. Esto debe lograrse antes de que su punto de ebullición llegue a –133 grados centígrados. Si se consigue hacerlo, apenas una pequeña porción de la energía liberada sería capaz de mover un auto durante toda una semana. Siempre y cuando, por supuesto, se construya el motor adecuado para la fisión de átomos descrita. El anterior sólo fue un pequeño ejemplo. La utilidad el oxígeno como energía sería múltiple y a un costo exiguo. Recuerden que el veinte por ciento del oxígeno del planeta Tierra está libre en el aire y el resto combinado en el agua, rocas, óxidos, plantas y demás materia viva.

   La interrogante es: ¿podrán los humanos de hoy convertir el oxígeno en energía de propulsión? ¿O hay qué esperar que nuestros ancestros regresen? (Ver Evangelio Sotroc SALTO HACIA ATRÁS). Es tan difícil así. Una idea, más que una pista, he dado. Lo demás se lo dejo a ustedes, terribles pensadores de lo imposible.




© Diego Fortunato




VISITA MIS BLOG
Y VERÁS MUCHO MÁS
http://www.diegofortunatoescritor.blogspot.com/
http://www.artilandiadediegofortunato.blogspot.com/
http://www.gransabanayroraima.blogspot.com/



PUEDES BAJAR GRATIS
MIS NOVELAS, POEMARIOS, CUENTOS, ENSAYOS
Y OBRAS TEATRALES

Y SI EN Google PONES Diego Fortunato, escritor
Y LE DAS UN CLICK A IMAGENES, VERAS MUCHO MÁS.




www.evangeliossotroc.blogspot.com



jueves, 8 de noviembre de 2018

EL ALMA DE LOS ANIMALES©



   

 ¿Quién, qué y porqué estableció que los animales no tienen alma? ¿La Iglesia o quién? Y cuando digo la Iglesia me refiero a cualquier Iglesia o religión. ¿A quién se le ocurrió tamaña idiotez? ¿A los herederos del oscurantismo de misioneros católicos que cuando llegaron al Nuevo Mundo afirmaron que los aborígenes eran animales sin alma? Aunque después de meditarlo mucho y por pura conveniencia de la Iglesia Católica, debido a que serían utilizados como esclavos (que es lo mismo que burros de carga) de la colonia, rectificaron y dijeron pues sí, sí tiene alma y punto cerrado. Qué fácil fue otorgarle, como si se tratase de un Bula Papal, alma a los aborígenes americanos que, por supuesto tenían alma y eran mucho, pero muchísimo más puros y dignos, que sus conquistadores y colonizadores españoles. Un facilismo tan brutal como el que ha signado desde el principio de los siglos a la Iglesia Católica. Y, lo peor, siempre para mal de la humanidad. Como el cuento aquel de La Inquisición que sólo sirvió para perseguir y aniquilar judíos, árabes y todo aquel que no comulgase con su oscurantismo supino y criminal. Pero dejémoslo hasta aquí. La intención de esta nuevo Evangelio Sotroc no es juzgar a la Iglesia Católica ni a nadie sobre la Tierra y el universo, sino ilustrar. Abrirles un poco los ojos a los humanos.


  Nadie que yo sepa, a excepción de Dios, ha tenido en sus manos un alma. Mucho menos la ha visto, examinado, fotografiado, pesado o sometido al escrutinio científico de un laboratorio. Nadie, en conclusión, siquiera ha visto de lejos algo que podría presumir que se tratara de un alma. Entonces porqué designo se le ha otorgado sólo a los humanos. ¿Por qué y quién dice que los animales no tienen su propia alma? ¿Lo dicen porque los animales, aunque tienen su particular método de comunicarse entre sus propias especies y en esto van incluidas bacterias, gérmenes, microbios y toda clase de microorganismos, no pueden hablar? ¿Es qué una de las características del alma es el don de la palabra tal y como la conocemos hoy en día los humanos? ¿Quién puede sustentar y aseverar tamaña estupidez? ¿Quién se atribuye el poder de decidir quién debe tener alma o no? ¿A quién le otorgó Dios el poder de establecer que el alma sería potestad única y exclusiva de los seres los humanos y de los otros seres vivos, sean animales o bacterias, no? No lo sé. Si alguien lo sabe por favor que me saque de mi ignorancia, pero no con argumentos pseudos religiosos, sino a través de una realidad racional, sea tangible o no. Además, ¿por qué no otorgarles alma a esos hermosos, puros, incógnitos y paradisíacos pájaros, mamíferos, peces, insectos que con su encantadora belleza e inocencia comparten y hacen más armonioso el mundo que habitamos? Todos y cada uno de ellos, hasta las bacterias, son e pureza sin igual. Ellos no se asesinan, roban o hacen guerras de exterminio entre si. Tampoco odian, envidian o codician, sólo para decir algo. Son seres de pureza celestial. Todos, todos ellos. En cambio, el ser humano es salvaje, aunque racional. Es el depredador por excelencia en la escala zoológica y, además de eso, muchísimos son ladrones y homicidas crueles y malvados, solo para citar dos “defectitos” de los humanos. Y, pese a ello, tiene el descaro de usurpar, como cualquier ladronzuelo de medianoche, el derecho del alma como propiedad única y exclusiva.


 Lo cierto es que no sólo los animales tienen alma y pensamientos propios, sino también todas las formas de vida que hay en el universo, excepto las piedras, arena, polvo, guijarros, rocas y todo lo que se le asemeje, los cuales tienen exclusivamente pensamiento pero no alma, aunque últimamente se les está moldeando una forma de alma rudimentaria.
  Es más. Me ha sido autorizado revelar que no sólo los animales tiene alma y piensan igual que nosotros pensamos, sino que tienen su propio Paraíso, que es el mismo Edén al cual muchos humanos creen que alcanzarán después de la muerte si su comportamiento en la Tierra fue signado por el amor, misericordia y paz.



   A los hombres del planeta Tierra, carnívoros depredadores por excelencia, les diré, y esto lo reafirmo con mayor fuerza a los que cometen pecado de gula, que cuando están comiendo pollo, un pedazo de carne de cerdo, res o pescado, recuerden que están ingiriendo el cadáver de un ser-animal que tiene alma y que al sacrificarlos para poderles alimentar, truncaron todos sus sueños animales de una mejor vida, de un mejor proceder y de un camino pleno de esperanza y felicidad. ¡No se rían! Esto es serio y no saben cuán serias son estas revelaciones. Por ahora podrán reírse a mandíbula batiente, pero dentro de apenas cuatrocientos años, cuando la población mundial supere los treinta y tres mil millones de habitantes, esta pequeña y depredada nave especial que llamamos Tierra, habrá dejado de reírse porque la risa será sólo un efímero recuerdo incrustado en la memoria, en su ADN. En ese entonces, en apenas cuatrocientos años más, que en el tiempo cósmico son apenas fracciones de segundos, sólo habrá tristeza y desolación. El bien más preciado será el agua y los animales que utilizábamos para saciar nuestra atroz hambre, habrán desaparecido de la faz de la Tierra. De igual forma lo hicieron los demás animales. Unos perecieron debido a nuestra depredadora cacería, otros de hambre y sed. En ese entonces muy cercano, tan cercano que es posible palparlo, tampoco habrá siembras ni bosques y nuestra insignia a la salvación y a la añorada Tierra Nueva será una espiga de trigo. Débil en su apariencia, pero fuerte e indestructible en su contenido espiritual. Será el símbolo de paz de la Tierra Nueva y su dorada forma ondeará en el centro de nuestras banderas blancas. Sólo habrá una bandera y una única nación unida en paz. Pero antes de que ello acontezca, muchas lágrimas serán derramadas sobre la Tierra. Otros lúgubres sucesos acontecerán antes de que florezca la Tierra Nueva, pero, por ahora, me es prohibido revelarlos.


©Diego Fortunato


VISITA MIS BLOG

Y VERÁS MUCHO MÁS

EN http://www.yoescribo.com/ PUEDES BAJAR GRATIS
MIS POEMARIOS, NOVELAS Y OBRAS TEATRALES
Y SI EN Google PONES Diego Fortunato, pintor Y LE DAS
UN CLICK A IMAGENES, VERAS MUCHO MÁS.






viernes, 13 de julio de 2018

EL UNIVERSO NO EXISTE©


      
      El universo es una fantasía de los sentidos. El universo, tal como lo imaginamos o lo describen los científicos, no existe. Es un reflejo de reflejos de nuestra imaginación. Sólo existe en el espacio-tiempo de nuestra inventiva, de nuestra percepción colectiva de lo desconocido, de lo que podría haber más allá de las estrellas. El universo no es redondo ni plano. Si fuese redondo, esférico u oblongo, tendría un final. Todo tiene un principio y un fin. Si fuese plano, sería infinito en nuestra imaginación, pero como nada demostrable científicamente es infinito, simplemente no existe. Siquiera los números son infinitos. Si se quiere, se les podría poner un final y un nuevo comienzo a los números. Todo es relativo. La ignorancia imaginativa y el miedo a lo incomprensible, nos hace intuir al universo como “algo” infinito porque todavía carecemos de capacidad evolutiva, de la ciencia, conocimiento y raciocinio necesario para demostrar sin la menor duda razonable posible, una ecuación o un teorema que compruebe inequívocamente su infinitud o sus límites.




     Sólo una cosa es válida y verdadera, aunque tampoco es demostrable a través de la conciencia y sabiduría humana y es la existencia de Dios, creador del cielo, la tierra y el universo, según la Biblia… Pero, ¿de cuál universo?... Del universo que imaginamos y que la fe y la vívida creencia de la existencia de Dios, nos lo hace percibir en este pequeño planeta no más grande que un grano de mostaza, al que, sin embargo, creemos inmenso en comparación con nuestra corpórea imagen terrenal.

 



     El día que desarrollemos todos los hemisferios y “cavernas ocultas” de nuestros cerebros, comprenderemos que sólo somos un reflejo en el espacio-tiempo y que el universo como tal y que vemos a la distancia, únicamente lo abarca nuestro sistema solar y nuestra galaxia, que son parte del cuerpo de un ser supremo, omnipotente y todopoderoso. Lo demás es apenas un reflejo de su grandeza y existencia y los seres humanos parte insignificante de los miles de billones de bacterias que alojan su divino cuerpo. Más allá de la Vía Láctea no hay nada, siquiera sombras... ¿Una locura?... Quizás, sí… Quizás, no. Es muy prematuro juzgarlo de esa forma. Apenas estamos naciendo y en el tiempo cósmico sólo vivimos fracciones de segundos… Algún día sabremos quién tiene o no la razón. Por ahora, y así me fue encomendado, le dejo esa interrogante plagada de dudas a fin de que piensen y alimenten su propia imaginación.




www.evangeliossotroc.blogspot.com

TODOS LOS EVANGELIOS SOTROC LO PODRÁS ENCONTRAR EN EL LIBRO:


martes, 29 de mayo de 2018

LOS NIÑOS LUZ

 




  Posiblemente algunos ya están entre nosotros y no nos hemos dado cuenta todavía. No obstante, sus nacimientos pronto se multiplicarán por todo el orbe y la evidencia de su existencia no podrá ser escondida o contrariada. Serán tantos, que podrán ser reconocidos fácilmente. La luz en torno a su bondad y paz los hará visibles a todos. Irradiarán luz y comenzarán a ser llamados los Niños Luz, seres casi divinos que surgirán sobre la tierra con una única y sublime misión: conducir a la humanidad hacia la Tierra Nueva. Hacia una concepción más espiritual y menos materialista del mundo. Buscarán convertir al hombre, a todos los que habitan la Tierra, en seres más humanos… Más piadoso y misericordiosos, desechando de sus mentes y espíritus el instinto voraz y depredador que alberga en su ser.

Los Niños Índigo y Cristal fueron los pioneros. Los encargados de abrirles el camino a los Niños Luz para que el impacto de su presencia sea menos perturbador y más aceptable.
Los Niños Luz, que por muchos serán llamados Elegidos de Dios, son seres de sensibilidad casi divina, muy parecidos a los que nosotros creemos son los ángeles que moran en el cielo. Poco a poco, muy despacio y con acciones ejemplarizantes, irán reeducando, en todo el estricto sentido de la palabra, a la humanidad hacia la vida espiritual. Le irá despertando al hombre el hemisferio del cerebro donde anida su espiritualidad, adormecida hace milenios.
Como anunciamos en otro Evangelio Sotroc (ver EL ALMA DE LOS MUERTOS VAGA POR EL ESPACIO), los Niños Luz son seres de una inteligencia espiritual súper avanzada, ética y moralmente alejados de los principios materialistas que desde hace muchos siglos están acabando con el verdadero sentido de vida del ser humano.
Los Niños Luz nacerán por todo el planeta. En cualquier país o rincón del mundo y serán concebidos en el vientre de cualquier madre común y corriente, y por nada especiales. En apariencia, serán iguales a los demás niños, pero la Providencia Divina los dotará de mentes muy evolucionadas. En sus nacimientos no habrá ninguna discriminación o privilegio y toda mujer podrá gestarlo sin importar su pasado o presente.


Su denominador común y motivo de existencia es transformar la esencia del hombre para conducirlo a la Tierra Nueva siempre imaginada, donde imperará el amor, la igualdad, libertad, paz y justicia más absoluta.
Desde tiempos inmemoriales San Juan lo reveló en forma clara en el capítulo 12:36 de su evangelio. Mientras tenéis luz, creed en la luz para que seáis hijos de la luz, escribió haciendo referencia no sólo al poder divino de Dios sino también como un anuncio de la vendida de los Niños Luz sobre la tierra. En la Biblia hay muchísimas alusiones al respecto.


En la novela La Estrella Perdida igualmente se deja evidencia de que esto sucedería: “…No terminó de decirme el asunto de Los Elegidos. Usted habló en la reunión de un supuesto Evangelio inédito de San Juan y del actual capítulo 12:36, donde se habla de los hijos de la luz y del papiro trascrito por el profesor Gagliardi que dice como testigo fiel el cielo, nacerán con aura de cristal los nuevos ungidos. El día que el sol ilumine delante de mí serán esparcidos por toda la Tierra”.
Sea como sea, una cosa es inobjetablemente cierta. Los Niños Luz nacerán sobre la tierra, tal como ya hace bastantes años comenzaron a nacer los Niños Índigo y los Niños Cristal. En aquel entonces, alrededor de ellos se tejieron un sin número de especulaciones y muchísimas descalificaciones y “maldiciones”. Entre otras cosas se les consideró de desadaptados, de niños excepcionales con problemas de conducta y hasta mentales. Nada más lejos de la verdad. Hizo falta un buen tiempo para que psicólogos y estudioso comprendiesen y revelasen al mundo su verdadera naturaleza e inteligencia superior.



Al inicio sucederá lo mismo con los Niños Luz y con quienes certifiquen sus dones divinos.
La realidad es que ya están aquí. Se han comenzado a mostrar muy despacio a fin de evitar alboroto innecesario a su alrededor. Su intención no es crear alarma, sino llevar a la humanidad hacia un nuevo amanecer. Un mundo nuevo, totalmente espiritual alejado de la codicia, ambición y las guerras producto del voraz materialismo que está destruyendo y envileciendo al hombre. Conducirlo hacia una Tierra Nueva donde imperará la justicia y cuya única meta de existencia será el amor al prójimo.
La Tierra Nueva se convertirá en un bloque homogéneo constituido por todas las naciones de nuestro planeta. Será un único país. Las fronteras dejarán de ser las líneas imaginarias que dividen estados y se convertirán en una triste remembranza de la codicia y afán de conquista y sumisión del hombre.
En fin, veremos el nacimiento de un mundo sin odios y rencores. Sin maldad ni egoísmos y apartado de toda violencia. Una Tierra Nueva llena de paz y amor, donde la verdad y la fe serán los principios más absolutos del ser humano. Donde no existirán las desigualdades sociales y la pobreza apenas será el triste recuerdo de una civilización déspota, sanguinaria y cruel.
El día está cercano. Próximo… Más de lo que imaginan. Sólo hay que esperar. ¿Será tu hijo un Niño Luz?... ¿Lo estarás concibiendo en este instante?... Estará naciendo alguno ahora…

  
© Diego Fortunato


lunes, 21 de mayo de 2018


TEORÍA DEL HOMBRE BACTERIA©


   
No es una especulación. Mucho menos una fantasía. Siquiera una teoría sino una realidad pero, por ahora, la llamaremos teoría a fin de no apesadumbrar a la humanidad más de lo que está. No queremos llevarla al límite de su resistencia y comprensión. Eso sería un fuerte shock para su debilitada psiquis colectiva y muchos no lo resistirían. No es intención de este Evangelio Sotroc alarmar a la humanidad, menos causarle angustia y tristeza. Pero no podemos mentir y obviar esta realidad, ya que la verdad será el único principio moral que regirá en la Tierra Nueva, la Tierra que está por venir. La Tierra del renacer del hombre y que pronto todos podrán disfrutar. Por eso, en honor a esa verdad absoluta, tengo y así me fue ordenado, que revelar la Teoría del Hombre Bacteria.

       ¿En qué nos diferenciamos de una bacteria?... 
¿En su horrible fealdad o en su tamaño?

 El asunto es tan simple que no merece mucha explicación. Está “a la vista” y es comprobable científicamente. Quien se resistirá y seguirá resistiéndose por milenios a cualquier evidencia que se presente sobre la verdadera identidad del hombre, su procedencia y ubicación en el universo, es la incrédula humanidad, aunque algún día tendrá que asumir su indiscutible esencia. Es inevitable. Se resistirá por mucho, muchísimo tiempo más, pero inexorablemente tendrá que aceptar la realidad. No tan triste, sino reveladora, aunque al principio la abrumará.


 El ser humano, que en su soberbia e irracional prepotencia se cree el Rey del Universo, es apenas una bacteria estelar. Quizás menos, mucho menos.


  Si se toman sólo un par de minutos para reflexionar, pensar en ello, se darán cuenta rápidamente y en forma clara y contundente que el hombre es una simple bacteria estelar. Corrijo: una microscópica e insignificante bacteria que de tanto vagar y viajar sin rumbo ni destino por el universo, “anidó”, por así decirlo, en este planeta que llamamos Tierra. Somos sólo eso. Nada más. Todos y cada uno de nosotros y todas las generaciones, venidas o por venir. Para corroborarlo en un abrir y cerrar de ojos sólo visualicen en su mente el pequeño sistema solar que nos aloja, que da cobijo a la Tierra y demás planetas. Es mínimo. La Tierra, en comparación con el infinito universo no es nada. Apenas un grano de arena… Siquiera una Roca Estelar, como la califican algunos científicos.


Comparados con el Sol, nuestros planetas son apenas pequeñas canicas.



 Volviendo a nuestros “lares”, a nuestro hogar planetario, si cotejamos a Júpiter con la Tierra, nuestro planeta es mínimo. Es como colocar una pelota de golf al lado de un balón de básquet. Hasta allí todo podría estar bien ya que la diferencia de tamaño no es alarmante. Pero si hacemos el mismo parangón con nuestro propio Sol, diez veces más grande que Júpiter, la diferencia convertiría a la Tierra en una simple moneda de un cuarto de dólar y al Sol en un superbalón playero. La relación no es todavía inquietante. Ahora, si lo comparamos con nuestra galaxia, el planeta Tierra ya sería más pequeño que un grano de arroz y si el balance de tamaños de unos con otros lo hacemos con cualquiera de las otras galaxias que pululan nuestro universo, la Tierra, nuestro hogar, simplemente desaparecería y sólo podría verse con un súperpotente microscopio, léase bien, microscopio estelar, tal como si se tratase de un diminuto microbio, o algo mucho más pequeño. La semejanza es válida. En ese mismo ritmo de comparaciones, nuestra galaxia, la Vía Láctea, con todos sus miles de millones de sistemas solares muchísimos más grandes que el nuestro, apenas se vería como un deslucido punto en el espacio y si seguimos con los cotejos, también esos gigantes cósmicos desaparecerían del mapa del universo, tal como lo harían casi todas las otras galaxias.


Con esbozar sólo estos domésticos ejemplos y semejanzas, creo que está ampliamente explicada e ilustrada nuestra relación con el universo. En resumen, si el tamaño del planeta Tierra en comparación con todos los demás astros, galaxias y masas planetarias del universo no es nada, siquiera un minúsculo grano de arena, los miles de millones de seres humanos que la habitamos no podemos ser más que microscópicas bacterias. Eso sí, bacterias pensantes y racionales que en su ADN poseen un alto coeficiente dirigido hacia la construcción y, lamentablemente, debido a algunas desviaciones cromosómicas, algunas encaminadas hacia la destrucción. Sí, míseras bacterias comunes. Apenas nos distinguimos de otras inferiores porque tenemos conciencia. Sabemos qué, cómo, cuándo, dónde y porqué hacemos las cosas. Tenemos pleno conocimiento de ello. No se desanimen. Todavía seguiremos poblando nuestra Pequeña Roca estelar por milenios. Ser simples bacterias es lo más optimista que nos pudo ocurrir. No es algo tan malo. De repente no somos siquiera eso. ¿No lo creen?


©Diego Fortunato